viernes, 29 de abril de 2011


Yo elegí quererte y todas las consecuencias que ello conllevaba, te elegí para que fueses la persona que llenase mis días de sonrisas, elegí que tu olor fuese el más dulce para mi, yo elegí que me comieras a besos, elegí también tu voz al otro lado del teléfono. Elegí llorar por ti de vez en cuando, elegí creerme tus verdades y creerme a medias tus mentiras, elegí que no quiero otros abrazos ni otros besos, que no quiero otras manos agarradas a las mías, que no quiero ver por la mañana otra cara que no fuese la tuya. Elegí las idas y venidas, las despedidas, elegí el miedo a fallar y los impulsos, elegí las miradas, elegí hacerme adicto a ti, a tus manías y a tu manera de hacer las cosas. Elegí conservar intacto cada momento y dejar huella. Elegí  no callarme nada, elegí darte todo, elegí hablar de nosotros en cada momento, elegí ser fuerte y luchar por un solo motivo, elegí darte todas mis oportunidades. Elegí no ponernos límites. Elegí el sabor agridulce de las discursiones que acababan en abrazos. Elegí arriesgar y jugarmela por ti. Elegí que tú fueses todo para mi vida.


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